En el año 2015, en pleno aniversario de Emma, salió en las librerías las aventuras de Edwina, otra heredera georgiana que se aburría mucho en su casa solariega en Inglaterra. Con motivo del estreno de la película de Autumn DeWilde sobre la heroína austeniana, hemos querido recuperar a la señorita creada por Belén Barroso, que es digna de conocerse y hace evidente homenaje a la de Austen, y a muchas cosas más.
Belén, escritora madrileña, tras muchos y variados colegios, trabajos, casas y lecturas, decidió abrir un blog de humor, llamado «Lo que me ahorro en psicoanálisis” en junio de 2008. Después, habiendo escrito varios microrrelatos, en los que quedó finalista e inclusó ganó algún premio, decidió darle forma a la pequeña «Edwina», heredera de Parsley Manors, custodiada por Branson, y esperando un caballero que aclare su futuro.
Ahora, como buena amiga, ha sido tan amable de ofrecernos una entrevista, que compartimos con vosotros.
– ¿Por qué un homenaje a Jane Austen? ¿Es la única autora a la que haces guiños en tu novela?
¿Y a quién mejor? Primero porque la admiro y segundo, porque está claro que nunca se agota, lo demuestran las muchas lecturas y re-lecturas que se han hecho de su obra, literal y figuradamente. Y es que ya se sabe que Jane Austen «lo soporta todo» desde bailes tipo Bollywood hasta…. Keira Knightley.
No, no hay a ningún otro autor en concreto, aunque sí guiños al humor inglés y a los muchos autores británicos que nos han dado muestras de él.
– ¿Qué querías aportar al mundo en general y al lector en particular?
Mi pequeño – pequeñísimo – grano de arena para expresar mi admiración por Austen y por la literatura clásica, especialmente del XIX.
Además yo creo, como lectora, que el humor siempre es un plus tal y como se explica en la película «Los viajes de Sullivan». El mejor ejemplo es, sin ir más lejos, que en estos momentos nos está sirviendo para relativizar lo que nos está pasando.
– ¿Es tu protagonista, Edwina, similar a Emma pero pasada por un filtro surrealista?
¡Qué buena definición! Yo diría que sí, aunque con alguna pequeña aportación de Catherine Morland.
-¿Es el tiempo libre demasiado? ¿Cuál fue tu intención cuando llamaste así a tu libro?
Resulta curioso pensar que en un tiempo y una clase social determinada, no se consideraba el trabajo como algo positivo, que «dignificara». Y que tuvieran que ocupar el tiempo con un sin fin de visitas, juegos y entretenimientos ya que eran la auténtica «sociedad del ocio». Lo que sólo se podía producir a cambio de que otros trabajasen y mucho, por supuesto.
De todas maneras mi primera idea era titular la novela «Querida Edwina» o «Edwina» a secas, al estilo de títulos como «Pamela» o «Clarissa», pero no quedaba muy claro el contenido. Buscar un título alternativo fue un poco complicado, uno de los candidatos acababa con «y caballeros con polainas» y aún sigo pensando que de alguna manera tendría que haberlo incluido.
-¿Cómo es la mirada de un autor contemporáneo hacia el lector?
El lector, hoy en día, ya lo ha leído todo y lo sabe todo, esto por una parte hace que pierda la capacidad de sorpresa, por lo menos en parte, pero también se puede utilizar para crear un espacio común, un territorio donde los guiños pueden encontrar eco.
Claro que cada lector es un mundo y gran parte de escribir humor es preguntarte si conoce tus mismos códigos, o no.
-Mirando atrás en el tiempo, ¿guardas algún recuerdo más vivido sobre tu infancia lectora?
Recuerdo perfectamente cómo, a los siete u ocho años, estábamos leyendo en clase «Otto es un rinoceronte«, y en un momento dado el protagonista encuentra un lápiz mágico, comienza a pintar con él y entonces… Entonces acabó la clase y la profesora nos preguntó:
¿Qué va a pasar con el lápiz mágico?
Y yo me fui a casa pensando «¿Qué va a pasar?», fantaseando con lo que podía ocurrir, casi sin poder esperar a saberlo.
Eso, eso aún no lo he perdido y espero no perderlo jamás.
-Reflexionando sobre tu obra, ¿Qué parte del proceso creativo es más satisfactoria para ti?
Es difícil decirlo, cuando la acogida es buena, cuando a un lector le ha gustado es, por supuesto, un momento incomparable, pero yo casi escogería ese momento en que por fin esa idea a la que llevabas mucho dando vueltas comienza a plasmarse, cuando empiezas a tirar del hilo y comienza a surgir una frase tras otra.
-Tu libro ya tiene tiempo y algunos lectores querríamos leer algo más tuyo. ¿Tienes algún proyecto a la vista?
Gracias. Tengo algunas ideas pero, desgraciadamente, ningún proyecto en marcha. Aunque espero que lo haya en un futuro.
Muchas gracias a Belén por su tiempo y sus palabras. Esperamos que volvamos a leerla muy pronto. Mientras, si no has leído «Confesiones de una Heredera con Demasiado Tiempo Libre», no sé a qué esperas. Os dejamos información de este libro y otros homenajes en El Sitio de Jane.
Os dejamos también la información sobre la novela en Planeta de Libros, para que puedas comprarla.